Guía

Prácticas de bienestar | Descubre el poder de cuidarte

Las prácticas de bienestar son un aliado para combatir el estrés y mejorar la calidad de vida. Incluyen desde estiramientos matutinos hasta rutinas de respiración que se pueden hacer en cualquier momento. Perfectas para quienes buscan un momento de calma en rutinas ocupadas.

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Introducción Visual

Hombre equilibrándose en una postura de yoga sobre una colchoneta.
Mujer practicando postura de árbol de yoga sobre colchoneta en interiores.
Dos mujeres haciendo yoga en un parque.
Dos personas haciendo yoga en un parque
Mujer en postura de yoga sobre colchoneta en interiores
Hombre practicando yoga en una sala de estar
Hombre en postura de perro boca abajo en colchoneta de yoga en interiores.
Mujer estirándose en colchoneta de yoga en parque otoñal
Mujer practicando yoga en una colchoneta en una sala de estar.
Mujer practicando yoga en una colchoneta en interiores
Mujer practicando yoga en una habitación
Dos mujeres practicando yoga al aire libre en un parque otoñal
Hombre practicando yoga sobre una colchoneta en una habitación colorida
Cuatro personas practicando yoga en un parque.
Cuatro mujeres practicando yoga en un parque
Pareja practicando yoga en una habitación moderna
Mujer practicando yoga sobre colchoneta en el parque
Dos mujeres practicando yoga en un parque
Dos mujeres practicando yoga en un parque
Pareja practicando posturas de yoga en una sala de estar

Anticipación

Nunca fui de esos que madrugan, pero después de un tiempo con dolores de espalda por el trabajo en casa, decidí probar con los estiramientos matutinos. Al principio dudé que algo tan sencillo pudiera ayudar, pero el dolor constante me motivó a intentarlo. Me armé de valor y preparé mi espacio en el balcón, donde entraba el primer sol de la mañana. '¿Y si es una pérdida de tiempo?', pensé mientras acomodaba mi vieja colchoneta de yoga que solo había usado dos veces en tres años.

Inmersión

El primer día fue toda una revelación. El suave calor del sol en la piel, los sonidos relajantes del entorno, la brisa fresca... ¡y qué decir de ese crujido que hizo mi espalda al estirar los brazos hacia el cielo! Me sorprendió descubrir músculos que ni sabía que tenía. Recuerdo especialmente ese momento en que, al hacer una torsión suave, sentí cómo se liberaba una tensión que llevaba meses arrastrando. '¿En serio he estado así de tenso todo este tiempo?', me pregunté mientras el aire entraba más profundo en mis pulmones que en semanas.

Reflexión

Ahora, no reconozco a la persona que dudaba en empezar. Mi práctica matutina se ha convertido en un ritual sagrado. No solo ha desaparecido el dolor de espalda, sino que ahora enfrento el día con otra energía. Hasta mi fisioterapeuta notó la diferencia en mi postura. Lo que comenzó como un último recurso se ha convertido en mi secreto mejor guardado. A veces, en la oficina, cuando el estrés aprieta, cierro los ojos un momento y vuelvo a ese espacio de calma que he aprendido a crear dentro de mí. ¡Y pensar que todo empezó con una simple rutina de estiramientos!

Los estiramientos regulares ayudan a liberar la tensión acumulada, especialmente en cuello, hombros y espalda, zonas que suelen cargar con el estrés diario.
Al fortalecer los músculos posturales y aumentar la conciencia corporal, estas prácticas ayudan a corregir malas posturas adquiridas por largas horas sentado.
La combinación de movimiento consciente y respiración profunda puede ayudar a activar el sistema nervioso parasimpático, lo que contribuye a la reducción del estrés.
A diferencia del café que da un subidón temporal, estas prácticas proporcionan energía sostenida al mejorar la circulación y oxigenación de la sangre.
La práctica regular, especialmente por la noche, ayuda a relajar el sistema nervioso, facilitando un sueño más profundo y reparador.
Aprendes a escuchar las señales de tu cuerpo, reconociendo y respondiendo a sus necesidades de manera más efectiva.
Con el tiempo, notarás mayor facilidad de movimiento en tus actividades diarias, desde agacharte a atarte los zapatos hasta alcanzar objetos en estantes altos.
  1. Busca un rincón tranquilo en casa donde te sientas cómodo, cerca de una ventana si es posible.
  2. Programa una alarma 10 minutos antes de lo habitual para crear tu rutina matutina.
  3. Comienza con respiraciones profundas y controladas, siguiendo un ritmo cómodo.
  4. Incorpora estiramientos suaves de cuello, hombros y espalda, manteniendo cada postura entre 15-30 segundos.
  5. Prueba la postura del gato-vaca para movilizar la columna: arquea la espalda hacia arriba (inhalando) y luego hunde el abdomen (exhalando).
  6. Termina con una postura de relajación tumbado boca arriba, con las piernas elevadas sobre una silla si te duele la espalda.
  7. Sé constante: mejor 5 minutos diarios que una hora una vez a la semana.
  • Ropa cómoda
  • Espacio para moverse libremente
  • Tiempo sin interrupciones
  • Agua para hidratación
  • Paciencia y constancia

Estas prácticas son seguras para la mayoría de las personas. Sin embargo, en caso de condición médica, lesiones o embarazo, se recomienda consultar con un profesional de la salud. Es importante escuchar al cuerpo y no forzar movimientos que causen dolor. El bienestar es un viaje personal, no una competencia.

Sí, incluso breves momentos de práctica consciente pueden ser beneficiosos. Las sesiones cortas facilitan la creación del hábito y es posible notar mejoras con la práctica constante.
¡Claro que sí! Estas prácticas están diseñadas para principiantes. Ve a tu ritmo y no te compares con nadie. Cada cuerpo es diferente y tiene su propio proceso.
El momento ideal es el que mejor se adapte a tu rutina. Por la mañana ayuda a despertar el cuerpo, mientras que por la noche favorece la relajación. Prueba diferentes horarios y elige el que te haga sentir mejor.
No es necesario gastar en ropa deportiva cara. Basta con que uses algo cómodo que te permita moverte con libertad. Lo importante es que te sientas a gusto.
El dolor es señal de que algo no va bien. Si sientes dolor, detente inmediatamente. Es normal sentir una ligera tensión, pero nunca dolor agudo. Si persiste, consulta a un profesional.
¡Perfecto para la oficina! Prueba estiramientos de cuello, hombros y muñecas incluso sentado. Son discretos y te ayudarán a liberar tensión durante la jornada laboral.
Muchas personas notan mejoría en su estado de ánimo rápidamente. Los beneficios físicos, como mayor flexibilidad o reducción de dolores, suelen hacerse notar con la práctica regular.
En muchos casos sí, pero con precaución. Evita movimientos bruscos y no fuerces. Si tienes problemas de espalda crónicos, consulta primero con tu médico o fisioterapeuta.
Depende de tu personalidad. Al principio puede motivar hacerlo en grupo o con videos guiados. Con el tiempo, quizá prefieras crear tu propia rutina personalizada.
¡Es normal! En esos días, haz aunque sea 2-3 estiramientos suaves. A menudo, empezar es lo más difícil, pero una vez que lo haces, el cuerpo pide continuar.
¡Son el complemento perfecto! Ayudan a prevenir lesiones, mejoran la recuperación muscular y aumentan el rendimiento en otras actividades físicas.
Existen numerosas aplicaciones con rutinas guiadas para principiantes que pueden ser de gran ayuda para comenzar.

Tu cuerpo te agradecerá este momento de bienestar.